Benedicto XVI beatifica a Henry Newman

Benedicto XVI beatifica a Henry Newman, un
anglicano convertido al catolicismo
Silvia Álvarez-Buylla.- Es la primera vez que el Papa Benedicto XVI preside personalmente una beatificación lo que demuestra la gran admiración que siente por el cardenal John Henry Newman, un converso del anglicanismo. Rodeado de 70.000 personas, el Papa ensalzó en Birmingham (Inglaterra) la figura del Newman intelectual y sacerdote y destacó su calidez y humanidad.

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En Birmingham (Inglaterra), cerca de un parque donde Newman “pasó años visitando a los enfermos y a los pobres", el Papa Benedicto XVI beatificó a este cardenal converso del anglicanismo. Es la primera vez que el Papa oficia personalmente una ceremonia de beatificación lo que demuestra lo mucho que le une a John Henry Newman. El Papa se formó con sus escritos y comparte con él un perfil intelectual y religioso ya que ambos eran docentes y vistieron la púrpura cardenalicia. Asimismo, los dos han luchado, cada uno en su época, contra el relativismo de la sociedad.
Alrededor de 70.000 personas se acercaron a la ceremonia de beatificación del que es considerado uno de los "padres espirituales" del Concilio Vaticano II. El Pontífice ensalzó la figura del nuevo beato y reconoció su trabajo en la búsqueda de la relación entre fe y razón. Asimismo, recordó que Newman fue el fundador de la primera universidad católica irlandesa. Entre los asistentes a la ceremonia, se encontraba el ex juez y diácono estadounidense Jack Sullivan, de 71 años, que curó milagrosamente de una enfermedad de médula espinal tras rezar a Newman.

Newman: “Toda razón viene de Dios. Estoy en sus manos”
“Toda razón viene de Dios. Nuestros motivos por buenos que sean son imperfectos. Pero si después de rezar y rezar sin parar, después de obedecer y esperar, esos motivos nos parecen suficientes es que son la voz de Dios que nos llama. Él hace que nos parezcan convincentes. Estoy en sus manos”. Con estas palabras, John Henry Newman escribía, en su obra Perder y Ganar, la historia de su conversión. En el personaje de Charles Reding, Newman explica que su vida fue un recorrido por la pregunta sobre la existencia de Dios y el ser de Dios que, en definitiva, es la pregunta sobre la existencia del hombre y el ser del hombre. Como él, Reding era consciente de que la vida es un quehacer personal e indeterminado y que tenía que luchar por alcanzar la verdad.
Newman encontró finalmente su camino. Se dio cuenta de que el anglicanismo no respondía a las preguntas que tenía y encontró la verdad en el catolicismo. Así, este cardenal se refleja en su obra con un Reding que pasea por la Universidad, que le encanta admirar el paisaje, que disfruta pensando, leyendo, estudiando, haciéndose preguntas e intentando responderlas. Sin embargo, se siente angustiado por no encontrar respuestas y por encontrarlas donde los demás le dicen que no debe hacerlo. Pero su lucha a lo largo de los años tiene sus frutos. Es cierto que pierde algo, pero gana mucho más.
Así era Newman. Como el protagonista de su novela. Un intelectual que estaba predestinado a formar parte de la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo, su necesidad de conocer, de hacerse no sólo preguntas sino de responderlas le llevó necesariamente a convertirse al catolicismo. De esta forma, Newman se convirtió a los 44 años al catolicismo lo que provocó una gran conmoción en la época victoriana.